La coalición conformada
por Acción Democrática, COPEI y Unión Republicana Democrática, consolidada en
el Pacto de Punto Fijo contuvo a la vanguardia organizada desde la
clandestinidad y al movimiento popular que logró el derrocamiento de la
dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Tras este pacto comenzó la Venezuela
democrática. La libertad de prensa fue la primera en ser suspendida antes de la
Venezuela democrática, pero luego la primera en ser restaurada en el gobierno
del Almirante Wolfgang Larrazábal en 1958, donde fue posible informar y opinar
libremente. Esta situación se fue truncando
con el idealismo de defender la democracia emergente, y en el proceso de salvaguardar
estos ideales, se inician escenarios de represión en contra de quien piense o
se exprese con tendencias de partidos de izquierda. Con el afán de desarrollar nuestro proyecto el cual
posee como uno de los objetivos la concientización de los usuarios de Twitter en Venezuela se ha
decidido el utilizar las Tecnología, Información y Comunicación apoyándonos de
la hipertextualidad para invitar a los usuarios comparar los procesos que han
enmarcado a los medios de comunicación en masas durante los gobiernos
comprendidos entre 1958 hasta 1998, realizando un paralelismo hasta la
actualidad y permita disolver la ideología opositora de que no hay libertad de
expresión. Mediante la bitácora digital se buscará ilustrar nuestra historia
venezolana como a su vez el comportamiento de los medios de
comunicación en masa durante este periodo, el cual permitirá la interacción de
usuarios, donde expresaran de manera inmediata y espontánea inquietudes,
interrogantes, sugerencias, aportes y recopilación de ideas y conocimientos,
con el fin de crear un nuevo modelo educativo de información para los
individuos.
domingo, 30 de noviembre de 2014
1958- 1998 Períodos Presidenciales
Preámbulo:
Marcos Pérez Jiménez
1958-
1959 Wolfang Larrazábal
1959-
1964
Rómulo Betancourt
1964-
1969
Raúl Leoni
1969-
1974 Rafael Caldera
1973-
1979 Carlos Andrés Pérez
1979-
1984
Luis Herrera Campins
1984-
1989 Jaime Lusinchi
1989-
1993 Carlos Andrés Pérez (Segundo Período)
1994-
1998 Rafael Caldera (Segundo Período)
Fuentes
Bibliográficas
FUNDACIÓN
POLAR, EL NACIONAL (s.f.). Historia de Venezuela en Imágenes (Fascículos
varios)
Cadena
Capriles (s.f.). CUADERNOS Historia de Venezuela (Fascículos varios)
EL
23 DE ENERO DE 1958
Manuel
Caballero
Historia
para Todos, CONAC
Caracas
1995
HISTORIA
CONSTITUCIONAL DE VENEZUELA
José
Gil Fortoul
Biblioteca
Simón Bolívar
Editorial
Cumbre
México
1976
HISTORIA
FUNDAMENTAL DE VENEZUELA
José
Luis Salcedo Bastardo
Ediciones
de la Biblioteca Central, UCV
Caracas
1979
HISTORIA
DE VENEZUELA
José
Manuel Siso Martínez
Caracas
1981
HISTORIA
DE VENEZUELA
Guillermo
Morón
Británnica
Caracas
1971
BREVE
HISTORIA DE VENEZUELA
Antonio
Arellano Moreno
Caracas
1974
VENEZUELA
CONTEMPORÁNEA, 1974-1989
Pedro
Cunill Grau y ortos
Fundación
Eugenio Mendoza
Caracas
1989
HISTORIA
ELECTORAL DE VENEZUELA
Jesús
Sanoja Hernández
Colección
Ares, Los Libros de El Nacional
Caracas
1998
DICCIONARIO
DE HISTORIA DE VENEZUELA
dirigido
por Manuel Rodríguez Campos
Fundación
Polar
Caracas,
1997
DE
PEREZ JIMENEZ A HUGO CHAVEZ CENSURA Y AUTOCENSURA
José
Agustín Catalá y Eleazar Díaz Rangel
Catalá,
El Centauro
Caracas
2003
PÉREZ, Johanna (s.f.).
Comunicación Alternativa en Venezuela: cambios y continuidades [en línea]
Recuperado de http://saber.ucv.ve/xmlui/bitstream/123456789/4465/1/PONENCIA%20CONGRESO%20ONCTI%20PEII%20Comunicaci%C3%B3n%20Alternativa%20en%20Venezuela.pdf
URRIBARRÍ, Raisa (3 de febrero 2011). La comunicación alternativa se desliza a la red [en línea] Recuperado de http://www.codigovenezuela.com/2011/02/opinion/raisa-urribarri/la-comunicacion-alternativa-se-desliza-a-la-red
MACHADO, Carlos (s.f.).
Reflexiones para un debate necesario sobre comunicación alternativa en
Venezuela [en línea] Recuperado de https://ecopopularve.wordpress.com/2014/01/16/opinion-reflexiones-para-un-debate-necesario-sobre-comunicacion-alternativa-en-venezuela/
Preámbulo: Marcos Pérez Jiménez: Enero de 1958 – La Caída del Régimen
El 19 de abril la Asamblea designó a Marcos Pérez Jiménez, presidente “constitucional” de la República, para el período 1953-1958.
La
libertad de expresión estaba segada debido a que las publicaciones políticas
quedaron prohibida, y unas juntas de censura controlaban la prensa, ordenando
cierres temporales por cualquier desacierto, y generando una prudente
autocensura.
Pero
al mismo tiempo surgía una prensa de circulación clandestina, leída con mucha
atención. La censura actuó incluso contra algunas comedias teatrales y
radio-novelas.
Mientras
que para la educación era evidente el interés del gobierno en esta materia ya
que casi la mitad de la población en edad escolar había dejado de matricularse
en los planteles oficiales, la formación de docentes disminuyó; lo que causaba
menos conocimientos, menos críticas. Reemplazando esta insuficiencia, se
desarrolló la educación privada.
El
apoyo norteamericano, factor externo, se mantuvo intacto hasta enero de 1958 en
donde se va forjando la caída del régimen, ya que los factores internos de
poder que respaldaron a Marcos Pérez Jiménez desde el 24 de noviembre de 1948
tales como la iglesia, la burguesía y las fuerzas armadas se fueron pronunciando
en su contra.
Para
el 21 de enero de 1958 La Junta Patriótica planteó la necesidad de llamar a
huelga general para demostrar el repudio de la sociedad contra la dictadura.
Los
principales periódicos eran entonces El
Nacional, El Universal, Últimas Noticias, La Esfera, La Religión, Panorama de Maracaibo, El Carabobeño de Valencia, y el pequeño
periódico de la colonia italiana, La
Voce d’ Italia. Desde el inicio de la crisis política, algunos periódicos
ya habían intentado acciones de protesta; varios trabajadores gráficos,
periodistas, articulistas, directores y hasta dueños de periódicos estaban
detenidos desde hace varios días.
La
Asociación Venezolana de Periodistas y la Federación de Trabajadores Gráficos
se activaron en la preparación del paro. Por lo que en la noche del 20 de
enero, los periódicos ya se estaban sumando al paro.
Es
así como el 21 de enero de 1958, Caracas y las ciudades del interior
amanecieron sin periódicos por lo que la población sintió que, al final “iba a
pasar algo”.
Durante
la mañana, pese al despliegue policial en las calles, la juventud de los
partidos políticos siguió realizando llamados a huelga, los militantes
merodeaban por los alrededores de las plazas principales, para concurrir y
concentrarse en ellas al iniciarse la huelga.
Por lo que durante el día la gente
salió a la calle y desde los balcones se empezó a gritar “¡Abajo la dictadura!
¡Muera Pérez Jiménez!”. Los militantes recorrían las avenidas de Caracas para
mantener un clima de agitación, entre protestas en distintos sitios de la
ciudad, como El Silencio, la plaza La Concordia, Catia, entre otros. De manera
que los puestos de asistencia se declararon en emergencia al final de la
jornada, de donde se contabilizaban 58 muertos y 254 heridos.
A las 4 de la tarde, al constatar que
la situación estaba desbordándose, el gobierno decretó el toque de queda en la
capital.
Pérez Jiménez por su parte durante este
día se encontraba en su despacho, recibiendo información de lo que iba
aconteciendo, tratando de controlar la situación que se daba en las calles y
los movimientos alarmantes en el seno de las fuerzas armadas.
Para el 22 de enero la jornada cívica
se había extendido, ya para la noche habían unos 300 detenidos en los sótanos
de la Seguridad Nacional.
La caída del régimen era inminente, la
conspiración militar se extendía a los cuarteles. Varios oficiales de la
Marina, entre ellos el capitán de navío José Vicente Azopardo, estaban en
contacto con la Junta Patriótica.
Desde su despacho, Pérez Jiménez empezó
a comunicarse con los más altos oficiales, instándolos a mantenerse leales. La
mayoría se rehusó abiertamente, empezando por el comandante en jefe de la
Marina, el contralmirante Wolfgang Larrazábal, quien lideraba el movimiento más
activo, el de la Armada. No obstante, aún había algunos oficiales que
planteaban la necesidad de someter el movimiento por las armas. Pérez Jiménez
se negó, dándose cuenta de que el gobierno ya estaba caído.
A las 3 de la madrugada del 23 de
enero, ya habiéndose despedido de los miembros de su gabinete, Pérez Jiménez se
dirige con su familia y allegados al aeropuerto de La Carlota, huyendo hacia
Santo Domingo en el avión presidencial bautizado La Vaca Sagrada.
Gobierno de Wolfgang Larrazábal: Enero de 1958 – Febrero de 1959
El 23 de
enero de 1958, en espacio de la madrugada La Junta Patriótica anuncia por radio
la huida de Pérez Jiménez y convocó a los ciudadanos a salir de sus casas para
expresar su alegría. Lo que derivó que una multitud eufórica se dirigiera hacia
El Silencio, y luego hacia el palacio de Miraflores.
Otros grupos se desplazaron hacia El
Guarataro, donde estaba la cárcel del Obispo, y hacia la plaza Morelos, donde
estaba la Seguridad Nacional, la cual fue asediada durante varias horas; por lo
que el ejército tuvo que intervenir para proteger a los funcionarios, de igual
manera la gente logró liberar a los detenidos.
A su vez se registró una aglomeración
vengativa que asaltó la sede del periódico oficial, El Heraldo, y destruyó sus
equipos.
Mientras el pueblo ocupada las calles,
los oficiales más comprometidos estaban reunidos en la Escuela Militar con la
alta jerarquía de las fuerzas armadas, para llegar a un acuerdo acerca de
quienes debían asumir el mando. Por su parte, banqueros, empresarios,
industriales, grandes comerciantes y algunos dirigentes políticos acudían al
palacio de Miraflores donde, al rato, habiéndose ya puesto de acuerdo, llegaron
los oficiales que dirigieron el movimiento.
Wolfgang
Larrazábal nació en Carúpano en 1911, inició su carrera en la Marina cuando
entró a la Escuela Naval a los 17 años de edad, llegando a desempeñar
importantes cargos a partir de 1947, cuando fue nombrado comandante de las
Fuerzas Navales, luego, fue agregado naval de la embajada de Venezuela en
Washington; y en 1958, era comandante de la Marina cuando se alzó contra el
régimen perezjimenista. Su crédito en las fuerzas armadas y sus principios
civilistas le valieron ser designado presidente de la Junta de Gobierno, el 23
de enero de 1958. El pueblo lo llamaba “Worfan”, su gracia era indiscutible, agraciado
por su estampa de galán y sus dotes musicales.
Si
la libertad de prensa fue la inicial víctima del gobierno que reemplazó al del
presidente Rómulo Gallegos, incluso al ser suspendidas las garantías
constitucionales, el 23 de enero de 1958 fue la principal en ser rescatada
entre todas las libertades retenidas en ese período. Desde la madrugada, las
emisoras comenzaron a difundir informaciones y opiniones con toda libertad, y
al mediodía aparecieron las primeras ediciones extras de casi todos los diarios
de Caracas.
Inició
así un breve período, presidido casi todo por el almirante Wolfgang Larrazábal,
donde fue posible informar e igualmente opinar libremente. Aun así no era tan
absoluta esa libertad, ya que no había condiciones para que la usaran los
defensores de la dictadura derrocada.
Durante
ese primer año luego de recuperadas las libertades públicas, periodistas y
medios se cuidaron de no difundir noticias que en algún momento pudieran poner
en peligro el régimen democrático recién nacido, quebrantable por la falta o
debilidad de organizaciones (partidos, sindicatos, etc.), que pudieran asumir
su defensa.
Más
allá de esas limitaciones fue posible ejercer la libertad de prensa en
plenitud.
Tras ser derrotado Wolfgang en las
elecciones del 7 de diciembre de 1958, persistiría en hacer vida política
durante la década del 60, llegando a ser embajador de Venezuela en Chile y
presentando su candidatura presidencial en 1963, alcanzando posteriormente a
ser elegido diputado varias veces.
Gobierno de Rómulo Betancourt: 1959 - 1964
Indudablemente
la situación de la prensa no se hubiera visto afectada si el ámbito político
del país no hubiese tenido cambios importantes. Durante el gobierno de
Betancourt existieron varios alzamientos militares, todos fallidos, y un
movimiento insurreccional de fuerzas de izquierda, que influidas por la
Revolución Cubana entendieron llegado el momento para intentar una revolución
parecida. Durante años se mantuvieron grupos guerrilleros en las ciudades y en
el campo con el propósito de derrocar al mandatario. Como respuesta, el
gobierno ilegalizó partidos políticos y ejecutó represión en la prensa portavoz
de esas fuerzas, o en aquella que coincidiera en la oposición. En momentos, lo que
se ha denominado “gran prensa” que en su mayoría estuvo al lado de esa política
oficial de defensa del sistema democrático también estuvo afectada.
Pero
antes de que se desarrollaran estas acciones antigubernamentales, el diario La Razón, que dirigía Marco Aurelio
Rodríguez, propiedad de Alfredo Abilahoud, y que circulaba desde el 8 de enero
de 1959, fue presionado por su línea editorial oposicionista. Las cuales se
denunciaron en un editorial “Le molesta al gobierno que exista en Venezuela un
periódico independiente que informa lo que cree verdad”. Rodríguez y Abilahoud
fueron detenidos y expulsados. El diario pasó a manos de partido URD, dirigido
por José Vicente Rangel y a los pocos meses cerró. Sin haber ningún tipo de
reclamo ni de parte de la AVP ni del Bloque de Prensa.
Represión a la Prensa Popular
Existió
represión de la que fue objeto lo que para la época se conocía como prensa
popular de izquierda, de donde se puede obtener los siguientes hechos:
11 de Julio 1960: decomisada
la edición de Izquierda.
Octubre 1960: asalto a
los talleres de El Independiente,
donde se imprimían el diario Tribuna
Popular y otros periódicos.
28 de Noviembre 1960:
suspensión indefinida de Tribuna Popular,
Izquierda y otros semanarios.
17 y 28 de Noviembre 1961: suspensiones
del diario Clarín.
14 de Diciembre 1961:
suspendido el nuevo diario La Hora.
22 de Enero 1962:
suspendidos Clarín y La Hora.
Marzo 1962: circula
sólo durante 3 días el nuevo diario Crítica.
5 de Mayo 1962:
asaltados talleres y redacciones de Clarín
y La Hora.
7 de Mayo 1962:
clausurado definitivamente Tribuna
Popular.
25 de Mayo 1962:
suspendido Clarín por 15 días.
5 de Julio 1962: se
realiza un decreto por parte del Ministerio de Relaciones Interiores: “Se
ordena que todas las publicaciones del país, sea cual fuere su naturaleza, se
abstengan de dar informaciones relacionadas con el orden público… sin consultar
previamente con los funcionarios designados al efecto por este Despacho, o por
las respectivas gobernaciones de estado, según el caso.”
1963:
suspendidos temporalmente, en momentos distintos, los diarios El Imparcial, de Maracay; El Tiempo, de Valera, y El Día, de Acarigua.
Septiembre 1963: acoso
permanente a Clarín, y clausurado el
diario El Venezolano.
Adyacente
a estos hechos, se instauró un régimen de censura que se aplicó en los extensos
períodos de suspensión de las garantías constitucionales. En la oportunidad de
su presentación (junio 1962) a la Comisión de Política Interior de la Cámara de
Diputados, que presidía José Vicente Rangel, el jefe de Redacción de El Nacional, Jose Moradell, declaró:
“Existe una situación de censura. El régimen de censura no excluye el material
publicitario, el material de propaganda, abarca por igual ese tipo de material
y el material de redacción. Por consiguiente, ese régimen de censura causa
también, perjuicios en el ejercicio financiero de periódico.”
El
informe indica:
“A
una pregunta sobre la presencia de censores oficiales en el periódico, Lamache
(jefe de información de El Nacional
en 1962) expresa que todas las noches se presentan dos personas autorizadas por
el Ministerio del Interior a las oficinas de redacción para revisar el
material.”
A
su vez la Cámara de Diputados aprobó el 6 de julio:
“Declaras
que la libertad de prensa en Venezuela atraviesa en los actuales momentos por
una de sus más graves y difíciles etapas, debido a la supresión sistemática de
diversos órganos periodísticos y a la persecución de profesionales de la
prensa, así como al régimen de censura vigente”. Y condenó esas prácticas del
Ejecutivo Nacional.
Pocos
diarios no publicaron esa noticia, y el Bloque de Prensa no emitió ninguna
declaración. Se presume que especularon que hacerlo podría debilitar al
gobierno que defendía todo el sistema y a la vez resistía el alzamiento de
izquierda.
Eventualmente,
el Presidente Betancourt se le vinculo reuniones con directores y editores para
informarles sobre la situación política y económica, y pedirles cooperación.
Jesús
Sanoja Hernández, en entrevista donde hace un repaso del periodismo venezolano,
publicada en la revista Respuesta N°
55-56, 1980, dice: “Pero la década del sesenta redefine los campos de la polémica
e ideología, y yo no podría decir, sin contrariar mi voluntad histórica, que la
Cadena Capriles (…) haya contribuido a la democracia representativa, no
obstante aparecer como una de sus fórmulas de expresión. Porque su campaña fue
netamente antidemocrática durante algunos años, y no por ser anticomunistas
sino por haber exaltado los contravalores más negativos que se manejaban en la
sociedad venezolana y que constituyen, digamos, una rotunda negación de los
principios éticos periodísticos”.
En este primer gobierno electo en la nueva
etapa democrática, surgieron por lo menos 19 diarios, la mayoría con disposición
política opositora: La Razón, Clarín, La Hora, El Venezolano, La Extra, La Tarde, y uno progubernamental, La Nación. Reflejo de la lucha política e ideológica de esos años,
lucha que también se expresaba en semanarios y revistas, de los cuales los de
mayor circulación fueron Tribuna Popular
e Izquierda. Pero sólo perduraron
otros dos diarios, ambos del interior, fundados en 1962; El Imparcial en Maracay y El
Anaquense, en Anzoátegui, y por menos tiempo, el oficioso La República.
Gobierno del Dr. Raúl Leoni: 1964 – 1969
Nace
en El Manteco, Estado Bolívar, Venezuela, el 26 de abril de 1905 y muere en
Nueva York, Estados Unidos, el 5 de Julio de 1972.
Destaca
por ser parte de la llamada "Generación del 28", y además fue uno de
los fundadores del partido político Acción Democrática, y presidente de la
República en el período 1964 - 1969.
Inició
sus estudios en Upata y su bachillerato entre Ciudad Bolívar y Caracas. Fue
dirigente estudiantil y presidente del Centro de Estudiantes de Derecho al
cursar estudios en la Universidad Central de Venezuela, y director de la
revista Centro.
Entre 1963 y 1973 el país experimenta
significativas, opuestas y consoladoras evoluciones en el área política,
cultural, económico y social. Referente a la política, se fortalece la
experiencia democrática instruida en 1958. En la cultura, se produce un momento
de aparición creativa en el campo de las artes y de intensos cambios en las
costumbres cotidianas. En lo económico y social, se aumenta el movimiento
social interno, se extienden las clases medias,
se da inicio a planes de desarrollo y de vivienda que crean un enfoque
esperanzador del futuro nacional.
Raúl
Leoni y Rafael Caldera ocupan la presidencia de la República en los períodos
constitucionales 1964/1969 y 1969/1974. Leoni como el primero en acoger el
poder de manos de un presidente constitucional, y el primero en concedérselo a
un candidato de la oposición.
Durante
el período de Leoni se prolongan las guerrillas, que decrecen al final, cuando
el PCV (en 1965), proclama la tesis de “paz democrática”. Rafael Caldera
anunciaba la pasificación. En la década surgen nuevos partidos político, entre
ellos el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), producto de una nueva división
de AD y el Movimiento al Socialismo (MAS) y la Causa R, de una división del
Partido Comunista.
Raúl Leoni, Presidente
Raúl Leoni toma posesión de la
presidencia el 11 de marzo de 1964, con la proposición de un gobierno “de
equilibrio y de amplitud”. Leoni le pone fin al “Pacto de Punto Fijo”, porque
decía que le quitaba “coherencia organicidad al régimen”, e intenta otro
diseño.
Designa solo tres militantes de Acción
Democrática para el gabinete: Gonzalo Barrios (Relaciones Interiores), Leopoldo Sucre Figarella (Obras Públicas) y José Manuel Siso Martínez ( Educación)
Los
demás son independientes: Ignacio Iribarren Borges, Manuel R. Engaña, Alfredo Arreaza Guzmán, Alejandro Osorio, Eloy Lares Martínez, Lorenzo, Azpúrua Marturet, Miguel Ángel Burelli Rivas y Manuel Pérez Guerrero.
Manuel
Mantilla en la Secretaría General de la Presidencia, Raúl Valera en la
gobernación de Caracas. En ese mismo momento Leoni postula un gobierno de
colaboración, Caldera rechaza esta opinión y condiciona la participación de su
partido a la presentación de un programa.
En
noviembre de 1964, Leoni inicia negociaciones con Villalba y Uslar Pietri, y
construye lo que se conoce como “gobierno de Ancha Base”. Así van al gabinete,
por el uslarismo: Ramón Escovar Salom, José Joaquín González Gorrondona y Juan
José Palacios. Por URD, Luis Hernández Solís, Domingo Guzmán Lander y Hens
Silva Torres. El intento dura 16 meses.
Al retirarse del gobierno, Uslar Pietri le enuncia sus razones al
presidente: “…la falta de unidad, de acción eficaz por parte del gobierno como
consecuencia de la ausencia de decisiones compartidas y aceptadas por los tres
partidos”.
Leoni
gobierna sus últimos años con un gabinete de independientes en su mayoría.
Tiempo de grandes proyectos
Leoni intenta llevar una reforma
tributaria y presenta el proyecto en
1966. La alianza de grupos políticos de derecha e izquierda, con abierto
arbitraje de las compañías petroleras, la detiene. Promueve decisivamente el
desarrollo de Guayana. La industria siderúrgica y la generación hidroeléctrica
de Guri.
La producción petrolera mantenía un
promedio diario alto, hasta llegar a 3.600.000 de barriles en 1968. Durante
todo el período la unidad monetaria se conserva estable.
En este gobierno los sindicatos
obtienen gran poder. En 1968 entra en ejercicio el Banco de los Trabajadores,
que se encontraba destinada a la captación del ahorro popular y a la
canalización de recursos hacia las necesidades básicas de la clase obrera. Se
origina una reducción sustancial del desempleo. En enero de 1967 entra en
vigencia la nueva ley de los Seguros Sociales.
De toda forma, se incrementan los
gastos destinados a financiar programas de educación y servicios sanitario-
asistenciales. Son construidos y reconstruidos 3.993 km de carreteras y
autopistas y pavimentos y repavimentados 6.330 km. Se interceden importantes
sumas destinadas a viviendas y urbanismo, así como a la construcción de
acueductos y obras sanitarias. El 6 de enero de 1967 el presidente Leoni funda
el puente sobre el Orinoco. Mediante recursos extraordinarios son atendidos los
daños ocasionados por el terremoto de 1967. De esa manera, se impulsan
programas para el desarrollo de la institución armada, atendiéndose el mejoramiento
profesional, la construcción de instalaciones militares y la renovación de
equipos y materiales de guerra.
En política exterior se arrojan las
bases de Acuerdo de Cartagena en una reunión cumbre celebrada en Bogotá, con
Eduardo Frei, de Chile, Carlos Lleras Restrepo, de Colombia, y representantes
de Perú y Ecuador.
Cuatricentenario y terremoto
La
ciudad capital celebra los 400 años de fundación con desfiles, carrozas y la
escogencia de la reina de las festividades. Elsy Manzano, la elegida, se
convierte en un personaje popular. La ciudad revisa su historia y sucesos. Se
crean memorables colecciones de discos y libros. Un ejército de intelectuales y
artistas, dirigido por Jacob Borges y Mario Robles, presenta un
multiespectáculo Imagen de Caracas,
en el que se utilizan técnicas prácticas. Entre las avenidas Bolívar y México,
en medio de un escenario combinado por enormes pantallas colocadas en forma
circular, el público asiste a una original interpretación de la historia
venezolana. La felicidad que acompaña a la celebración se transforma en
tragedia el 29 de julio de 1967, cuando un terremoto de graves proporciones
destruye algunas zonas de Caracas, afectando en gran cantidad Los Palos Grandes
y Altamira. Tienen su epicentro en el mar Caribe, a unos 70 km de las costas.
Caraballeda sufre daños de gran gravedad y, a través de la llamada Falla de Humboldt,
sus ondas afectaban el Este de la ciudad, dejando un total de 236 muertos,
2.000 heridos y daños materiales valorados en 450 millones de bolívares.
Cultura
En
1965, por decisión oficial se funda el Instituto Nacional de Cultura y Bellas
Artes, como primera entidad moderna de gestión de políticas culturales del
Estado. En 1967, se implanta el premio Internacional de Novela “Rómulo
Gallegos” y, al siguiente año en 1968, el escritor peruano Mario Vargas Llosa,
con su obra La casa verde lo gana en
su primera edición. Cinco años más tardes, en 1972, el premio le pertenece a
Gabriel García Márquez, por su novela Cien
años de Soledad. El autor, en gesto sorprendente para la oficialidad de
entonces, dona el premio de US$ 25.000 al Movimiento al Socialismo para su
campaña electoral.
A
principios de 1968, el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes funda la
editorial Monte Ávila, bajo la gerencia de Benito Milla. De igual forma se crea
la revista Imagen, que tuvo una publicación masiva que se especializaba en el
arte y cultura que quedó a cargo en sus principios por Guillermo Sucre y Esdras
Parra. Ese mismo año la escritura hace debut en el boom de la literatura
latinoamericana en la novela de Adriano González León, País Portátil, la cual recibió el premio Biblioteca Breve del
famoso y prestigiado sello editorial
español Seix Barral. En 1964 se
publican Paisano de Ramón Palomares y
Se llamaba SN de José Vicente Abreu;
en 1965, Marzo anterior de José
Balza; en 1968, La mala vida de
Salvador Garmendia y Andén Lejano de
Oswaldo Trejo; en 1969, El osario de Dios
de Alfredo Armas, y en 1970, Cuando
quiero llorar no lloro de Miguel Otero Silva y Rajatabla de Luis Brito García.
Elecciones de 1968
La
candidatura presidencial de 1968 cedida la tercera división de AD y la pérdida
del poder. Pero también conmueve a las
bases de otros partidos, como URD, en donde Alirio Ugarte Pelayo aparece
preparado a reñir contra Jovillo Villalva. En 1966, Prieto Figueroa abandona la
presidencia del Senado para ocupar la presidencia de AD, mientras Gonzalo
Barrios renuncia al MRI para encargarse de la Secretaría Generales del partido.
La división de AD termina en la fundación del Movimiento Electoral del Pueblo y
en la candidatura de Prieto Figueroa. AD enunciaba a Gonzalo Barrios.
Barrios
y Rafael Caldera combaten por la presidencia de la República en diciembre de
1968 como los candidatos con auténticas elecciones. Los cálculos finales son
los más angostos de la era democrática; Caldera consigue 1.082.941 y Barrios
1.051.870 votos. Otros dos candidatos obtienen también votación apreciable, lo
cual indicaba la propagación de la opinión pública: Burelli Rivas, 829.379
votos, Prieto Figueroa, 719.733; comprensiblemente, la división entre Barrios y
Prieto facilita el triunfo de Caldera, quien gana con el 27% de los votos.
Su
eslogan es: “El cambio va”.
Su
período de gobierno fue considerado como una etapa de concordia y entendimiento
nacional. Aunque también resultó durante el mismo que la represión política fue
declarada como excesiva, ensalzando la efectuada en los llamados "teatros
de operaciones", en la lucha contra la lucha guerrillera.
Durante
el gobierno del Presidente Raúl Leoni, los cambios políticos hechos
contribuyeron a la estabilización de la prensa. En la medida en que la sublevación
de izquierda disminuyó y casi se dispersa la conspiración militar, la relación
gobierno-prensa se hizo más clara y disminuyeron las prohibiciones, casi
siempre ocasionadas por la acción sediciosa de la izquierda. Pero, en esa etapa
se engendró una reacción contra la Cadena Capriles.
En
noviembre de 1964 fue clausurado el diario La Extra, y suspendida la revista Venezuela
Gráfica “por inclusión de materiales considerados subversivos”, un
reportaje sobre las guerrillas escrito por Teodoro Petkoff desde el Cuartel San
Carlos, donde estaba arrestado, firmado por “Ultabiano León”.
Entre
los años de 1964 – 1965, la política editorial e informativa del diario La Esfera se comportó abierta oposición
al gobierno de Leoni. En diciembre de 1964 se dio la primera reacción del
gobierno que consistió en retirar los
avisos oficiales. En los medios venezolanos, estos representaban un
significativo porcentaje del volumen de publicidad. El 9 de abril de 1965
fueron allanados los locales de los diarios Últimas Noticias, La Esfera
y El Mundo, y apresados el editor
Miguel Ángel Capriles y Víctor Simone D’ Lima, director del tabloide, con la
excusa de estar conspirando, fueron trasladados a la cárcel de San Juan de los
Morros. Ciertos dirigentes oposicionistas también fueron apresados. César
Capriles, gerente, denunció el caso ante la SIP y el Bloque de Prensa, y éste
informó que “debido a lo delicado del asunto planteado” se convocó a una
asamblea el lunes 12 de abril, donde pactó pedir una investigación de los
hechos. La SIP emitió una declaración el 12, “lamentando la detención”, pero no
reclamó su libertad ni protestó. Después de varios días, Capriles y otros
presos políticos fueron puestos en libertad.
Personas
vinculadas al partido de Acción Democrática fundaron el vespertino La Hora en 1964, pero dos años después
debió cerrar sus puertas. Lo mismo ocurriría el 8 de agosto de 1968 con La República. Inservibles fueron los
esfuerzos de sus trabajadores, regulados por el periodista Rafael Villasana,
por crear una cooperativa. Sus pérdidas eran de 12 millones de bolívares.
El
5 de abril de 1965, la Editora Metropolitan que presidía Ildemaro Lovera, con
un capital de 1.200.000 bolívares, que debió aumentar meses después, sacó a la
calle La Verdad. Un año después
había perdido todo su capital y en 1967 dejó de circular.
En
el interior, la situación fue mejor. De 7 diarios, sólo uno, El Regional de Valencia, desapareció.
Los demás consolidan su circulación; El
Diario, de Maturín; Crítica, de
Maracaibo; La voz de Guarenas,
estado Miranda; El Informador,
Barquisimeto; La Nación, San
Cristóbal, y Provincia, Cumaná.
Ante
los rumores sobre la posible venta de La
Esfera, sus directivos editorializaron, el 12 de agosto de 1965, “La Esfera no se vende”. A lo que luego
tuvo que ser desmentido cuando fue adquirida en 2.400.000 bolívares por un
grupo de 24 empresarios encabezados por Alejandro Hernández, Jesús Calvo
Lairet, J. J. González Gorrondona, Ángel y Reinaldo Cervini, Juan E. Branger,
Emilio Conde Jahn, Eduardo Mendoza G., Concho Quijada y Carlos Beracasa. Tras
un año de pérdidas que alcanzaron la suma de 1.700.000 bolívares dejó de
circular el 7 de diciembre de 1966.
En
este período, la circulación de los diarios aumentó. En 1966, por ejemplo, se
estimaba en 671.500 ejemplares diarios, lo que significaba un índice de acuerdo
con la UNESCO de 70,8 ejemplares por cada 1.000 habitantes. Cifra que discrepaba
visiblemente con el 26,9 de 1946. En cuanto a publicidad comercial en prensa se
refiere, los años 65-67, según estadísticas de ESPUM, fueron de 75 millones de
bolívares. Iniciaba a disminuir su porcentaje del total de la inversión
publicitaria; pues crecía desmesuradamente en televisión, a cada año.
El
11 de marzo de 1969, Leoni le otorga la presidencia a Caldera. Al tomarla éste por su parte, es
autorizado como representante de la generación de los políticos que nace a raíz
de la muerte de Gómez en 1936. Renuncia
la teoría de gobiernos de coalición y forma su primer gabinete con militantes
de COPEI, con empresarios e independientes.
Hechos resaltantes
1964: El 6 de
abril el supe tanquero Esso Maracaibo,
con una carga de 268.000 barriles de petróleo crudo, embiste contra dos pilotes
de la base del puente sobre el lago de Maracaibo y causa el desprendimiento de
260 metros de la plataforma del puente.
1967: El 6 de
febrero los líderes comunistas Pompeyo
Márquez Teodoro Petkoff y Guillermo García Ponce se fugan del cuartel de San
Carlos en Caracas, utilizando un túnel construido desde una casa vecina. El 18
de junio es creada la Universidad Simón Bolívar (USB), institución que abre sus
puertas el 19 de enero de 1970. El 29 de julio a las 8:05 de la noche, Caracas
es sacudida por un terremoto. El sismo que duró 35 segundos, deja más de 200
muertos y cuantiosas pérdidas materiales.
1968: La Corte
Suprema de Justicia dicta sentencia contra Marcos Pérez Jiménez y o condena a 4
años 1 mes y 15 días de prisión.
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